Antes de nada: muchísimas gracias por todas vuestras palabras, vuestro cariño me da fuerzas. Pero ahora, si me lo permiten, y por consideración con ustedes, retomaré el hilo del blog.
Hace poco, estuve en el Pleno de Los Barrios. Sí, no me miren así, uno tiene que disfrutar en el pueblo, y está claro que con lo que está cayendo, sé que jamás compraré un chalecito en La Moraleja. El “alcalde novato y con mala leche” de la Villa montó un sarao para exponer a la peña algo inexplicable e ilegal, así de mal asesorados estarán, que ni siquiera son capaces de apreciar la belleza de la democracia y ni tampoco saben distinguir a un delantero centro de un tiesto de geranios.
Y no sólo eso: una vez en el acto, resultó que dicho grupo éramos los de siempre. Algunos buenos amigos, otros excelentes conocidos, los trabajadores hastiados de tanta democracia y varios allegados de los bares de copas más próximos. Con escasas diferencias, la salvedad de unos cuantos entes tan significados con los andalucistas que su modo de vida podía peligrar seriamente si se dejan ver en una movida con los sindicatos, la misma “elite política” que invitaba que los saraos municipales del PSOE eran ilícitos. Se confirma, pues, que la democracia sólo lo es en apariencia, pues a la hora de la verdad los partidos no sólo dicen lo mismo, sino que se lo dicen a la misma gente. Al menos, en lo que a la solución barreña se refiere. Entre los nacionalistas y sociolistos sólo media una cuestión de gusto o de modulación de la voz.
En cualquier caso, se agradece la invitación a la reflexión, especialmente porque venía cursada por un “bajuno portavoz andalucista”, persona por la que me consta que su inteligencia viene dado por los tebeos y por el Facebook.
No me quedé a los canapés, así que no sé si la cosa se animó luego, pero el acto consistió básicamente en “Decretazos e ignorancia política tras 8 años en la oposición” leyendo unas cuartillas municipales ante el sonoro silencio de la concurrencia. Leyendo cansinamente y sin gracia, sin demostrar ni por casualidad el más leve interés por lo que se estaba comunicando.
Tras una larguísima introducción llena de sabidísimas propuestas comunes (tan comunes que ya son casi prostitutas de Los Barrios), se desgranaron la decena de puntos, puntos que se resumen en uno: el PA de Los Barrios no tiene solución para el pueblo, tan sólo una serie de propuestas inconexas que de tan generales e indefinidas pueden ser apoyadas por cualquiera. Hasta el “Viejo del Paseo” podría hacer suyo ese programa, ya que habla de cosas tan mínimas que nadie puede contradecir. ¿Porqué tanta prisa por ser alcalde?
Es verdad que no hay parné y que no están los tiempos para proponer nada, pero, ¿de verdad que no hay nadie en el PA capaz de articular un proyecto para desarrollar en cuatro años de gobierno? Aunque luego no se cumpla. Aunque luego, en el improbable caso de que hagan algo después de las elecciones, se vean obligados a desdecirse: con echarle la culpa al PSOE, que dejó las arcas vacías y el ayuntamiento hipotecado, santas pascuas. Pero que digan algo, por dios, especialmente en un momento en el que el PSOE ha agotado su crédito como gestor municipal y se ha cargado todo aquello que merecía la pena en el pueblo. Lo tenían a huevo: se trataba de disparar a un paquidermo moribundo y fofo, cualquier pequeña cosita bien fundamentada habría sido mejor que lo que hace ahora el ayuntamiento. Pero ni por esas: estos no cazan ni con las presas de Botafuegos borrachas y enjauladas. Agüita. No sólo son propuestas que podrían haberse planteado en 1902 o en 1916 (o en 1750, si me apuran), sino que son tan laterales y coyunturales que no merecen figurar en programa electoral alguno, salvo como relleno al final.
Yo sabré muy poquito de estas cosas, pero lo suficiente como para tener claro que un programa político debe plantearse varias preguntas:
-¿Para qué y a quién sirve un programa político? No es lo mismo hacerlo pensando en los ciudadanos que en los políticos, y si se piensa en los políticos, algo que no debiera hacer una administración pública.
-¿Qué objetivos se persiguen y qué papel ha de jugar la administración en su consecución? ¿El de un mecenas? ¿El de un facilitador? ¿El de un divulgador? ¿El de un censor y guardián de las buenas costumbres? ¿El de un aplaudidor?
-¿De qué medios se disponen para esos objetivos o de qué forma se van a pertrechar de ellos?
-Y por último, una vez se tienen claras las respuestas a estas preguntas: ¿qué propuestas concretas, y en qué calendario, van a plasmar en la práctica esa estrategia teórica?
No se engañen, en el PA tampoco saben nada de esto. Del resto de los partidos, no sé, porque no me han invitado a saraos similares, pero no tiene pinta de que sepan. A mí me ha quedado claro: el bienestar barreño les importa lo mismo que a mí que el sexo de los cangrejos. OK, lo pillo, de acuerdo. Pero, en ese caso, dejémonos de liturgias vanas que sólo aprovechan a los que van preguntando qué hay de lo suyo, que somos todos muy mayores. Pasen del pueblo, que daño no les ha hecho. Es preferible que le ignoren a que intenten adormecerla con sus arrumacos paternales. Y no soy de los que piensan que la mejor política es que no haya política. No, mi anarquismo es hogareño: creo que una administración local, la estatal o la autonómica, quizá no tanto, puede hacer mucho por mejorar y dar lustre a estos asuntos, especialmente porque trabaja a pie de obra, desde la perspectiva que interesa, la barreña.
Qué desilusión, yo que iba dispuesto a dejarme seducir por la retórica del PA de Los Barrios. Fui en caballo y todo, para escenificar que había llegado la democracia a mi pueblo. Nada me habría gustado más que salir de allí vestido con un buen traje de sastre, fumándome un puro dominicano, cubano, ¡jamás!, y con la promesa de un carguito modesto pero bien retribuido en algún oscuro despacho barreño. Pero no ha habido manera. Tendré que seguir probando con otros partidos u organizaciones como ¡DEMOCRACIA YA!
http://www.noticiasdelavilla.net/noticias/38/opinion/7421/el-dia-que-quise-ser-democrata-por-j-mena.aspx