Varios artículos de prensa publicados en este verano que ya acaba, no tienen perdón de Dios, e incluso me están costando mi fe por el PSOE. Tengo una crisis espiritual sobre el verdadero significado de sus siglas. PSOE (Partido Socialista Obrero Español) La primera y la última tengo clara su definición Partido y Español, pero si nos detenemos en Socialista y Obrero, España y sobre todo Andalucía tiembla. En la primera de ellas, ¿Socialista?, bajan las pensiones, fin del cheque bebe, se frenan la inversiones en educación, en sanidad, en dependencia… y en segundo lugar, ¿Obrero?, pues que podemos decir de este tema que nadie sepa, simplemente una realidad, España supera el 20% de parados y Andalucía es la comunidad más afectada por la gestión del PSOE. Además de llamarme de derechas que lo hacen todos los días, y enfermo mental que lo hacen todas las semanas, me acusan de que mis opiniones adolecen a la clase política socialista adinerada porque ponen en riesgo su nivel de vida, y a toda costa hay que mantenerlo. Es una carencia difícil de remediar, queridos barrigas agradecidas, la autoritaria libertad de expresión me hizo libre, y soy demasiado perezoso para empezar un tratamiento hormonal. Me quedo como estoy. Y sí, inevitablemente, eso es lo que me hace escribir de esta manera.
Pero creo que la crítica social de mis escritos apunta un poco más allá y viene de un error muy extendido entre los llamados de izquierdas, que creen que maltratar a alguien en la ficción equivale a hacerlo en la vida real. Y bien saben que soy un tontorrón romántico sin instintos depredadores. Pero en la ficción reivindico mi derecho a ejercerlo contra cualquiera que no respete mis derechos fundamentales, estipulados en la Constitución Española. Y no lo negaré: lo hago con sumo placer sádico.
Esta afición está muy arraigada en mí y la he cultivado leyendo la muy fecunda tradición literaria que se remonta a mucho más atrás del Marqués de Sade. ¿Tengo que mencionar Las mil y una noches, El libro del buen amor o La Celestina? Son referencias clásicas obvias para cualquier depravado con un mínimo de cultura, y todas se podrán impartir en un curso de literatura marginal que te abrirá las puertas a títulos más oscuros, pero mi corazoncito está con Sade desde que lo descubrí. Nadie sabe ser tan maravillosamente cruel. Disfruté horrores con las jornadas del libro, una filosofía de tocador envidiable, y certera que siente el pueblo andaluz desde que la democracia es democracia, una obra desgraciadamente actual.
Todo esto viene porque creo que se nos echa encima una nueva ola de políticamente correcto con consecuencias nefastas para esa cosa tan tonta llamada libertad de expresión y de conciencia. Y los ataques a mi persona de espíritu libre serán fuertes, flojos y regulares porque los dirigentes sociales confunden la velocidad con el tocino, puede ser un síntoma de la demagogia barata o que su traje ideológico le queda grande. Señoras, señores: empecemos el año con buen pie. No pongamos correas a la imaginación, por favor, que es el lugar más maravilloso del que disponemos y además no cuesta nada.
Dejadme brindar por un nuevo curso político lleno de historias depravadas, sucias y oscuras. No quiero pasarme el año explicando que no soy un machista ni abogo por el maltrato a la clase trabajadora a la que pertenezco. Es muy cansado dar explicaciones constantemente. Lean y dejen leer, y eso no va sólo por los curas. ¡Feliz vuelta al trabajo si es que han visto alguno, perversas criaturas!
http://www.teleprensa.es/cadiz-noticia-242537-PSOE3A-sin-pecado-concebido.html
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