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jueves, 23 de septiembre de 2010

MUCHO RUIDO

¿De qué va el Equipo de Gobierno de Los Barrios con la ordenanza contra el ruido? ¿A qué viene este berrinche contra los trabajadores? ¿De qué está hablando este buen hombre? ¿Qué son esos balbuceos, esas frases sin sentido? ¿Tiene un neurólogo una explicación?
Pues que le dé ya la receta porque yo lo de este señor es que no lo entiendo. Si fuera de su partido me borraría inmediatamente. Bueno, probablemente me habría borrado en su rebuzno anterior, porque el alcalde de Los Barrios lleva unos días que se acercan a décadas dando el mismo espectáculo. Ha perdido los papeles, y se está encarnando en un verbo pastoso donde se demuestra que en su mirada vítrea se aprecia la decadencia y el descrédito de su cargo que algunos de la oposición se empeñan en seguir ejerciendo con dignidad para sacar al pueblo del socavón económico que se encuentra en la actualidad el pueblo con más de treinta años de despilfarro. ¿Será con el principio de palancas de Arquímedes?
Cuando fue Concejal de Hacienda, en su afán de hacer aún más el ridículo, ahondó con tenacidad en su lucha por defender la dignidad de los trabajadores y de los eslabones más débiles de la misma. Elaboró “el triunvirato de los díscolos” que acudió en defensa de los trabajadores en apuros, y habló con todo aquel que hiciera falta para que sus objetivos se cumplieran.
Nos preguntábamos dónde está este trío que está negociando los nuevos puestos de trabajo, y que dejará a más de 200 compañeros en la calle, sin someterlo a publicidad y sin hacer una RPT (Relación de Puestos de Trabajo) como nunca se ha hecho en el pueblo ¿Qué fue de aquello? Pasan estas cosas y muchas otras más que la gente no ve pero que los que estamos en el ajo olemos a diario, creíamos, malpensados, que se limitaban a silbar con disimulo, a hacerse los suecos y a echar unos vinos con el populacho.
Pues no. Hemos de tragarnos nuestras opiniones, porque el alcalde no se interesó por estos asuntos porque estaba ocupado salvando su silla de las fauces de la oposición interna, dirigido por un cómico y tullido portavoz. Todo un galán. Un tío que sabe dónde hay que estar.
Cada vez que su silla siente los rechonchos dedos de la oposición externa, y que por cierto, desde Palmones se maneja bastante bien. Él presenta batalla.
Venga, confiesa, ¿Qué querías hacer tú con el cargo de alcalde, pillín? ¿Consolar al pueblo en tus anchos y viriles hombros? ¿Invitarnos a unas copas para que nos desahoguemos? Ay, que eres muy mayor para estas cosas, que ya no tienes edad y los achaques están a la vuelta de la esquina.
Así de planchado se quedó el pobre cuando descubrió que aquella chica no era lo que él esperaba. Perdió el interés. Estaba demasiado crecidita para él. Se ve que sólo le interesan las criaturas precarias e indefensas. Por eso los trabajadores adultos y en pleno ejercicio le damos igual. Lo de este señor me parece muy fuerte. Si quiere defender la dignidad del pueblo, tiene muchos otros frentes abiertos. Pero que no se moleste ya, que a todo llega muy tarde: el campo de batalla está arrasado y los pocos supervivientes que quedamos sólo podemos lamernos las heridas. Eso sí, le debemos agradecer de vez en cuando por el paupérrimo interés que ha demostrado tener por el pueblo que si hubiera mostrado el mismo interés que tiene por su silla no estaríamos en esta situación tan lamentable.
Que no me sienta representado por él, no quiere decir que le haga ascos a Los Barrios. Todos necesitamos amor, barreño.
http://www.noticiasdelavilla.net/noticias/38/opinion/5382/mucho-ruido-por-jesus-mena.aspx

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