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miércoles, 19 de mayo de 2010

UNA DE ROMANOS

Esto es para recomendarlo a un amigo, a uno que no sufra del corazón, que esto tiene un tufo de telenovela barata, que no veas, como Topacio o Cristal, que tira para atrás. Supongo que a mucha gente le pasará lo mismo, y entiendo los prejuicios políticos: a mí también me resultan insufribles las recreaciones del consistorio, que parecen como de una serie sesentera, tan teatrales, tan falsas y con esos políticos shakesperianos, tan blancuzcos que creen estar interpretando delante de la mismísima reina Victoria. Pero es que estamos hablando de Los Barrios, aunque esté el exalcalde de por medio, no tiene nada que ver con Madrid o Londres. Los Barrios es un pueblo para gente humilde y hospitalaria, sin pretensiones de ser nada más y, no un manual de política, y que para colmo, te vengan llorando porque le han dado, sin querer evitarlo, una puñalada trapera a un concejal que se está medicando con antidepresivos, me parece patético. Por lo menos, sabemos quién traicionó a Julio Cesar.
Me gusta Los Barrios. Y me gusta precisamente por todas esas cosas que le han reprochado sus detractores: me gusta que la acción se centre en las ficticias andanzas de los concejales díscolos inspirados en las películas romanas; me gustan los plenos de Los Barrios, que rompen con los referentes de los demás pueblos de España, éstos nos devuelven una Roma de romanos (esto es, de personas humanas) con la que sí que podemos sentir empatía; me gusta el pelotismo que hay entre ellos y que metan a dedo a sus parientes, y me gusta porque son unos salvapatrias de su pueblo. Y, por supuesto, me quedo con la foto de la alcaldesa negociando un segundo puesto con un profesor de matemáticas, especialmente en el paseo, con esos ocres tan bien marcados, de verdad, hacen buena pareja. ¿Casualidad? Por lo menos, sabemos que la próxima lista socialista estará llenita de profesores de la EGB y se llamará PPB (Partido de Profesores Barreños).
Dicen algunos de nuestros mayores que no hay diferencias de un alcalde socialista a otro, no nos cuentan nada, sólo de porqué y cómo llegó un alcalde tras ser traicionado por el otro, pero no creo que la pretensión de llegar al poder sea esa, ser alcalde y honrado al mismo tiempo, porque para ellos es complicado, bueno, para mi desgracia, esta hazaña lo consiguieron los alcaldes fachas, se peleaban con cualquiera, a ellos no se les negaba nada, para eso eran simpatizantes del régimen, pero lo hicieron posible por su pueblo como el depósito del agua, el sistema de alcantarillado, la guardería, el basurero, el alumbrado, etc., que hasta en la actualidad siguen funcionando. Los barreños parecen haberlo entendido, y están a la altura, por eso, se manifiestan y saben imponerse a la dictadura laboral y a la sin razón, parece ser que está volviendo la cordura. Es decir, los alcaldes democráticos no han hecho épica, sino que se han hecho millonarios.
En otras palabras: es cierto que no se dan las claves por las cuales Los Barrios pasó de ser un pueblo rico a un pueblo de déspotas y sofistas, pero resulta mucho más interesante ver a un edil debatirse entre su sentido del deber, el amor a su familia y su moral socialista .¿Por qué? Sencillamente, porque el dilema socialista lo viven todavía hoy millones de personas paradas cuando salen de su casas por la mañana para ir a no se dónde, sin rumbo fijo y desesperado por un trabajo, porque tiene que comer ese día. Cambian las políticas, las formas de relacionarse, las estructuras sociales, todo cambia. Pero la amistad, el amor, la traición, el deseo, el miedo, el odio y el resto de miserias humanas las reconocemos en cualquier época y cultura, ya sea en Roma o en un pueblo a las doce de la tarde.
Qué le voy a hacer si soy así de superficial.

NOTICIAS DE LA VILLA
http://www.noticiasdelavilla.net/noticias/38/opinion/4159/una-de-romanos.aspx

1 comentario:

  1. Increible que veas a Shakespeare entre los albañales politicos barreños.

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